jueves, diciembre 7

¿Cómo seremos los humanos en el futuro?

National Geographic concluye que este será nuestro aspecto en el año 2060

¿Cómo seremos en el año 2060? National Geographic se aventura a encontrar la respuesta con una serie de fotografías.

Abordar la cuestión de cómo seremos los humanos en el futuro no es precisamente fácil. Pero parece que una conclusión evidente es que la mezcla entre razas irá cada vez en aumento. La Oficina del Censo de Estados Unidos estima que en el año 2060 los blancos no hispanos dejarán de ser la mayoría en los Estados Unidos. De hecho este mes de abril de 2014 la población hispana se ha convertido en mayoritaria en el estado de California.

En este escenario el reto de visualizar cómo pareceremos en el futuro (en un futuro no mayoritariamente blanco) lo abordó la revista National Geographic en el mes de noviembre de 2013, en el marco del 125º aniversario de la publicación. La revista le pidió a Martin Schoeller, un reconocido artista y fotógrafo especializado en retrato, que capturara los rostros de la mezcla de razas actual, en este caso particular de Estados Unidos. El resultado no fue un intento de combinar capas usando Photoshop sino un compendio de fotografías de personas reales de hoy, que podrían ser el “promedio” -según las estimaciones de la Oficina del Censo- en el año 2060. Al menos para los Estados Unidos.

Según National Geographic “con el multiculturalismo en aumento y las diferencias raciales entre los habitantes del planeta Tierra, la humanidad se mezclará cada vez más”. Explica además que “a este proceso científico se le conoce como “ascendencia mixta” y dará lugar a una o más razas nuevas a las ya conocidas, incluso la desaparición de algunas”.
El encargo pone a los Estados Unidos en el centro de atención, un país diverso, racial y étnicamente. Se reconocen seis grupos étnicos en el país: los blancos, los indígenas nativos americanos y nativos de Alaska, los asiáticos, los negros o afroamericanos, los nativos de Hawái y las islas del Pacífico y las personas de dos o más razas. Y es que Estados Unidos ha sido un gran receptor de inmigración a lo largo de la historia. De hecho, lo sigue siendo a día de hoy ya que es el país número 1 en receptivo de inmigrantes en el mundo según datos del Banco Mundial de 2010 (con más de 42,7 millones de inmigrantes). Le siguen la Federación de Rusia (12,3 millones), Alemania (10,8 millones), Arabia Saudí (7,3 millones), Canadá (7,2 millones), Reino Unido (6,9 millones), España (6,9 millones), Francia (6,6 millones), Australia (5,5 millones) e India (5,4 millones).

Y tanta mezcla de razas tiene sus efectos. El Wall Street Journal se hacía eco de que el 15% de los nuevos matrimonios de Estados Unidos en 2010 tenían lugar entre individuos de diferentes razas, el doble de lo que ocurría 25 años atrás. La proporción de matrimonios mixtos varía según la raza, con el 9% de los blancos, el 17% de los negros, el 26% de los hispanos y el 28% de los asiáticos casándose con una persona que no pertenece a su grupo étnico o racial.

Las uniones interraciales representan en la actualidad el 8,4% de todos los matrimonios en los EE.UU. En Canadá, por ejemplo, los matrimonios interraciales en 2006 representaron el 3,9% del total (comparado con el 2,6% en 1996). En Australia el 15% de las mujeres nacidas en el país, y el 17,4% de los hombres se habían casado en 2009 con alguien no australiano de nacimiento (Estados Unidos -68%-, Grecia -62%- e Irlanda -62%- siendo los países más comunes en el caso de los maridos de ascendencia no australiana, India -12%-, China -16%-, y otros países del centro y sur de Asia -16%- para el caso de las esposas no naturales de Australia).

Este no es un fenómeno en absoluto nuevo ni reciente, aunque sí va en crecimiento. En la vieja Europa, la mezcla entre razas ha tenido lugar durante cientos de años. De hecho, un estudio elaborado por la Universidad de Oxford, sugiere que parte de la población británica desciende directamente de un grupo de pescadores ibéricos que viajó por mar hasta las Islas Británicas hace aproximadamente 6.000 años. Los españoles están genéticamente muy relacionados con los pueblos de la Europa más occidental (Irlanda, Gales, Bretaña francesa y Portugal), mucho más que con ningún otro pueblo.

Las invasiones fueron una de las principales causas de la mezcla étnica en Europa. Así en todos los lugares invadidos por las antiguas tribus germánicas y vikingos la población suele presentar unas características físicas similares: generalmente de pelo rubio y los ojos azules. Forman parte del denominado halogrupo I1 (nórdico o germánico), y se encuentra presente en la mayoría de los noruegos, suecos, daneses, finlandeses, islandeses, alemanes del norte, ingleses del este y holandeses.

En América Latina, gran parte de la población es descendiente de los amerindios, europeos y africanos. En esta región los matrimonios mixtos y las interrelaciones ocurrieron a una escala más grande que la mayoría de los otros lugares del mundo. Solo entre 1849 y 1874 cerca de 300.000 chinios cantoneses y otros migrantes (casi todos hombres) fueron enviados la región. Muchos de ellos se casaron y cohabitaron con negros, mestizos, población europea, así como de Cuba, Perú, Guyana y Trinidad y Tobago.

Volviendo de nuevo a los Estados Unidos, la Oficina del Censo empezó a recopilar información detallada sobre personas multiraciales a partir de 2000 cuando se permitió por primera vez a los encuestados que marcaran más de una raza en la casilla de origen étnico. Un total de 6,8 millones de personas señalaron la opción múltiple. Diez años después, en el año 2010, este número aumentó en un 32 por ciento, lo que la sitúa como una de las categorías de crecimiento más rápido.

¿Por qué es importante identificar correctamente la raza de una persona?

En los EE.UU. la acción de identificación de la raza en el censo del año 2000 se realizó por primera vez para hacer un mejor seguimiento del grado de cumplimiento de las leyes contra la discriminación así como para identificar problemas de salud específicos de ciertas poblaciones rurales. En un ejemplo de esto último encontramos a Imani Cornelius (ver imagen inferior), de 13 años y residente en Shakopee (Minnesota, EE.UU.). Imani es de raza negra y blanca (marcó la casilla del censo que la identificaba como raza negra), necesita un transplante de médula, pero lleva dos años en la lista de espera: la compatibilidad depende de que comparta origen con los donantes, entre los que escasean los individuos afroamericanos y multirraciales.

Año 2060: ¿tendremos los humanos unos rostros parecidos a estos?
Cómo seremos los humanos en el futuro - DePeru
Kelly Williams II. 17 años, Dallas, Texas. Autoidentificación afroamericano y alemánmultirracial. Casilla del censo marcada negro.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Celeste Seda, 26 años, Brookly, Nueva York. Autoidentificación dominicana y coreana. Casilla del censo marcadas asiáticaalguna otra raza.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Sandra Williams, 46 años, Chicago, Illinois. Autoidentificación: birracial/<>. Casilla del censo marcada: negra
Cómo seremos los humanos en el futuro
Yoel Chac Bautista (izquierda), 7 años, Castaic, California. Autoidentificación negromexicano. Casilla del censo marcada negro. Tayden Burrell (derecha), 5 años, Sarasota, Florida. Autoidentificación negro y blancobirracial. Casilla del censo marcadas blanconegro.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Hosanna Marshall, 32 años, Nueva York, Nueva York. Autoidentificación afroamericana, nativa americana, blanca y judía. Casilla del censo marcada negra.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Imani Cornelius, 13 años, Shakopee, Minnesota. Autoidentificación negra y blanca. Casilla del censo marcada negra.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Jakara Hubbard, 28 años, Monee, Illinois. Autoidentificación mezcla. Casilla del censo marcada blanca  negra.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Lula Newman, 7 años, Nueva York, Nueva York. Autoidentificación china, indonesia, alemana, polaca, galesa. Casilla del censo marcada blancachinaotra asiática.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Themba Alleyne, 30 años, Los Ángeles, California. Autoidentificación: multirracial / «marco todas las casillas.». Casilla del censo marcada: blanco / negro / nativo americano / indio asiático / nativo hawaiano / otro isleño del Pacífico.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Saisy Fencl, 3 años, San Antonio, Texas. Identificación paterna coreana e hispana. Casilla del censo marcada pendiente.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Christopher Braxton, 33 años, Brooklyn, Nueva York. Autoidentificación mitad afroamericano, mitad coreano  «negrasiático». Casilla del censo marcada negro  coreano.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Maya Joi Smith, 9 años, Cary, Illinois. Autoidentificación negra y asiática  coreana y afroamericana. Casilla del censo marcada negra.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Arial Toole, 14 años, Chicago, Illinois. Autoidentificación mezcla de razas  multirracial. Casillas del censo marcadas blanca  negra  vietnamita.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Tevah Jones, 22 años, Grants Pass, Oregón. Autoidentificación americano trinitense  de color. Casilla del censo marcada blanco  negro.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Solomon Hsiang, 29 años, San Francisco, California. Autoidentificación chino y judío de Europa del Este. Casilla del censo marcada blanco  chino.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Jesse Lee, 32 años, Nueva York, Nueva York. Autoidentificación mitad china, un cuarto sueca, un cuarto francesa. Casilla del censo marcada china.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Joshua Ahsoak, 34 años, Anchorage, Alaska. Autoidentificación judío y esquimal inupiat  «jusquimal».
Casilla del censo marcada nativo de Alaska.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Gabriela Guizzo, 5 años, Rockville Centre, Nueva York. Autoidentificación «un poco de todo». Casilla del censo marcada blanca  japonesa.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Helen Robertson, 54 años, Los Ángeles, California. Autoidentificación inglesa. Casilla del censo marcada blancaasiática.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Jacob Benavente, 5 años, Torrance, California. Autoidentificación americano. Casilla del censo marcada asiático  nativo hawaiano  otro isleño del Pacífico.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Harold Fisch, 23 años, Austin, Texas. Autoidentificación europeo del este, puertorriqueño, judío, texano. Casilla del censo marcada alguna otra raza.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Oona Wally, 25 años, Brooklyn, Nueva York. Autoidentificación china y judía  caucásica. Casilla del censo marcada blanca  china.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Cameron Benjamin, 22 años, Los Ángeles, California. Autoidentificación: hawaiano, chino y caucásico. Casillas del censo marcadas: blanco / chino / nativo hawaiano.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Mars Wright, 25 años, Austin, Texas. Autoidentificación mayormente filipino y negro. Casilla del censo marcada negro  filipino.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Mariyam NayeriI, 33 años, Brooklyn, Nueva York. Autoidentificación mexicana y saudí. Casilla del censo marcada alguna otra raza.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Alexander Sugiura, 27 años, Brooklyn, Nueva York. Autoidentificación americano, judío étnico. Casilla del censo marcada japonés.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Julio Holman, 29 años, Los Ángeles, California. Autoidentificación mitad mexicano, mitad negro. Casilla del censo marcada Latinoamericano.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Adrián Adrid, 24 años, Haleiwa, Hawai. Autoidentificación: blanco. Casillas del censo marcadas: blanco / filipino.
Cómo seremos los humanos en el futuro
Todas las fotografías son del autor Martin Schoeller para National Geographic.

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