La Catedral de Arequipa
El templo mayor arequipeño es extraño. Sus casi aéreas líneas renacentistas contrastan con la pesadez de las sólidas moles de las catedrales de Cusco, México, Puno, Quito o Lima.
El templo actual es producto de la reconstrucción que se realizara en la segunda mitad del siglo XIX cuando un sismo de proporciones colosales se trajo abajo mucho de la ciudad y luego un incendio se encargó de destruir muchas de las joyas artísticas que se albergaban en sus paredes.
A pesar que es usual que las reconstrucciones terminen convirtiéndose en un pastiche sin forma ni concierto, la catedral es más bien un grácil momento arquitectónico que adorna todo el norte de la plaza mayor y que ha pasado a formar parte del paisaje que todo arequipeño tiene insertado en el ojo.
Cuando en 2001 un violento sismo desplomó la torre izquierda, sentimos que nuestro paisaje se había roto, Felizmente la reconstrucción fue rápida y correcta. Les dejo algunas tomas del templo que es el principal de mi ciudad.
Fotografías/Jorge Bedregal La Vera
Las columnas le dan ese aire grácil y renacentista al templo
Altar mayor
El templo actual es producto de la reconstrucción que se realizara en la segunda mitad del siglo XIX cuando un sismo de proporciones colosales se trajo abajo mucho de la ciudad y luego un incendio se encargó de destruir muchas de las joyas artísticas que se albergaban en sus paredes.
Gigantesco órgano de origen belga, uno de los más grandes de Sudamérica
A pesar que es usual que las reconstrucciones terminen convirtiéndose en un pastiche sin forma ni concierto, la catedral es más bien un grácil momento arquitectónico que adorna todo el norte de la plaza mayor y que ha pasado a formar parte del paisaje que todo arequipeño tiene insertado en el ojo.
Interesante talla de santo Toribio de Mogrovejo
Capilla del Cristo del gran Poder, a decir de beatas, una de las imágenes más milagrosas
Perfil del diablo mayor
Impresionante talla en madera del diablo vencido por la palabra, es uno de los atractivos más visitados de la Basílica
La talla es conmovedora en la expresión de dolor
Fotografías/Jorge Bedregal La Vera
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