Lizardo, el niño que entregó su vida en Arica
Acto heroico. En el Centro de Estudios Históricos Militares están las actas en las que aparece Lizardo Pedraja y Manuela Chipana, héroes civiles desconocidos para muchos.
En la arena dieron su vida, defendiendo el suelo patrio, héroes como Francisco Bolognesi y Alfonso Ugarte. Sus historias son muy conocidas.
Pero pocos saben la historia del escolar de 16 años Lizardo Pedraja, quien murió al hacer explotar un polvorín junto a soldados chilenos.
Lizardo, nacido en Arica antes de la guerra, le pidió una bendición a su madre, doña Jesús Marino, antes de enrolarse. Le dijo: "Vale más un hijo que muere cumpliendo su deber, que uno que vive faltando a él".
El historiador Roberto Mendoza Policarpio señala que en el Centro de Estudios Histórico Militares se encuentran las actas firmadas en 1904, donde los civiles armados, para recibir un reconocimiento económico, tenían que probar su presencia en las campañas. Por este motivo recurrieron a oficiales sobrevivientes para que confirmen que efectivamente estuvieron en batalla.
"Bolognesi nombró a Pedraja como subteniente de la batería del Este, cuyo jefe era el teniente coronel Medardo Cornejo. El joven contaba con entusiasmo patriótico", relata Mendoza.
El muchacho murió como mueren los valientes, con la cara al cielo, en medio de la artillería.
"Al jefe que suscribe sobreviviente de Arica, le consta que el Subte. D. Lizardo Pedraja murió en el combate que tuvo lugar el 7 de junio de 1880 a consecuencia de que cuando ya todo estuvo perdido, prendió fuego al polvorín de una de las baterías del Este y voló en la explosión", señala Lorenzo Infantas.
En 1908 se inauguró la Cripta de los Héroes en el cementerio Presbítero Maestro y ahí se depositaron algunos restos de los héroes de Arica.
Pero doña Jesús Marino, madre de Lizardo, no encontró los restos del muchacho, por lo que en su momento pidió que por lo menos coloquen una placa con su nombre en el campo santo. Fue entonces que tres militares de profesión dieron fe del heroico hecho.
Rabonas en batalla
En la guerra contra Chile, el batallón peruano tomó una costumbre incaica: marchar seguidos de 'rabonas', que eran mujeres que iban al final, en el rabo de la tropa, siguiendo a sus esposos o hijos.
Un testimonio indica que la "rabona" Manuela Chipana murió en el muelle de Arica, junto a su esposo, que pertenecía a la segunda compañía del Batallón Granaderos. "Como mujer patriota acompañó a su esposo en los menesteres de la guerra, hasta rendir la vida junto a él", registró su tío Juan Chipana, del Batallón Granaderos.
Encontrar a una mujer en la lista de patriotas que dieron la vida en la Guerra del Pacífico fue extraño, pero los militares la perennizaron como una mujer que tomó las armas al ver que su familia perdía la vida frente al enemigo chileno.
Clave
7 de junio, Día de la Bandera del Perú en conmemoración de la Batalla de Arica. Por este motivo, el Ejército recuerda la gesta de Bolognesi y sus hombres que dieron la vida por defender un pedazo de suelo patrio.
Créditos/larepublica.pe
Acto heroico. En el Centro de Estudios Históricos Militares están las actas en las que aparece Lizardo Pedraja y Manuela Chipana, héroes civiles desconocidos para muchos.
Muchas historias de amor al Perú sucedieron en la Batalla de Arica, uno de los capítulos más tristes de la Guerra del Pacífico.
En la arena dieron su vida, defendiendo el suelo patrio, héroes como Francisco Bolognesi y Alfonso Ugarte. Sus historias son muy conocidas.
Pero pocos saben la historia del escolar de 16 años Lizardo Pedraja, quien murió al hacer explotar un polvorín junto a soldados chilenos.
El historiador Roberto Mendoza Policarpio señala que en el Centro de Estudios Histórico Militares se encuentran las actas firmadas en 1904, donde los civiles armados, para recibir un reconocimiento económico, tenían que probar su presencia en las campañas. Por este motivo recurrieron a oficiales sobrevivientes para que confirmen que efectivamente estuvieron en batalla.
"Bolognesi nombró a Pedraja como subteniente de la batería del Este, cuyo jefe era el teniente coronel Medardo Cornejo. El joven contaba con entusiasmo patriótico", relata Mendoza.
El muchacho murió como mueren los valientes, con la cara al cielo, en medio de la artillería.
"Al jefe que suscribe sobreviviente de Arica, le consta que el Subte. D. Lizardo Pedraja murió en el combate que tuvo lugar el 7 de junio de 1880 a consecuencia de que cuando ya todo estuvo perdido, prendió fuego al polvorín de una de las baterías del Este y voló en la explosión", señala Lorenzo Infantas.
En 1908 se inauguró la Cripta de los Héroes en el cementerio Presbítero Maestro y ahí se depositaron algunos restos de los héroes de Arica.
Pero doña Jesús Marino, madre de Lizardo, no encontró los restos del muchacho, por lo que en su momento pidió que por lo menos coloquen una placa con su nombre en el campo santo. Fue entonces que tres militares de profesión dieron fe del heroico hecho.
Rabonas en batalla
En la guerra contra Chile, el batallón peruano tomó una costumbre incaica: marchar seguidos de 'rabonas', que eran mujeres que iban al final, en el rabo de la tropa, siguiendo a sus esposos o hijos.
Un testimonio indica que la "rabona" Manuela Chipana murió en el muelle de Arica, junto a su esposo, que pertenecía a la segunda compañía del Batallón Granaderos. "Como mujer patriota acompañó a su esposo en los menesteres de la guerra, hasta rendir la vida junto a él", registró su tío Juan Chipana, del Batallón Granaderos.
Encontrar a una mujer en la lista de patriotas que dieron la vida en la Guerra del Pacífico fue extraño, pero los militares la perennizaron como una mujer que tomó las armas al ver que su familia perdía la vida frente al enemigo chileno.
Clave
7 de junio, Día de la Bandera del Perú en conmemoración de la Batalla de Arica. Por este motivo, el Ejército recuerda la gesta de Bolognesi y sus hombres que dieron la vida por defender un pedazo de suelo patrio.
Créditos/larepublica.pe
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