Vídeo | China alunizó con éxito en la cara oculta de la Luna
El módulo de exploración Chang’e 4, que había despegado de la Tierra el 8 de diciembre, se posó sin problemas a las 10:26 hora de Beijing. El alunizaje se llevó a cabo en el sector previsto por los especialistas: la cuenca de Aitken, en el polo sur del satélite de la Tierra, donde se encuentra el cráter Aitken, considerado el más profundo de la Luna y uno de los más grandes de la Vía Láctea. “Logramos un resultado extremadamente preciso. El alunizaje fue suave y en un lugar ideal, en el centro de la zona seleccionada”, declaró el ingeniero de la Administración Espacial Nacional de China (CNSA), Sun Zezhou, jefe de la misión.
"La faz que aún no se había explorado del satélite es montañosa y accidentada, salpicada de cráteres."
Una de las primeras tareas de la sonda fue enviar una foto de la superficie lunar al satélite Queqiao, que orbita alrededor de la Luna. A diferencia de la cara de la Luna más cercana a la Tierra, que siempre está expuesta hacia nuestro planeta, ninguna sonda o módulo de exploración se había posado jamás en la superficie del lado contrario.
“Logramos un resultado extremadamente preciso. El alunizaje fue suave y en un lugar ideal, en el centro de la zona seleccionada por los especialistas de nuestro equipo”.Sun Zezhou. Jefe de la misión
La cara oculta es montañosa y accidentada, salpicada de cráteres, mientras que la faz visible dispone de numerosas superficies planas. Uno de los mayores desafíos es lograr comunicarse con el robot lunar. Como la cara oscura de la Luna está orientada en sentido opuesto a la Tierra, no hay una “línea de visión” directa para transmitir señales, salvo que se instale un relevo. Así, China lanzó en mayo un satélite que bautizó Queqiao, posicionado en la órbita lunar para transmitir órdenes y datos intercambiados entre la Tierra y el módulo.
El Chang’e 4 llevará a cabo estudios sobre las radiofrecuencias bajas, el cultivo de tomates en otros planetas y los recursos minerales, entre otros objetivos. El programa Chang’e (bautizado así en honor a una diosa que, según las leyendas chinas, vive en la Luna) comenzó con el lanzamiento de una primera sonda orbital en 2007, y desde entonces se llevaron al satélite de la Tierra cuatro aparatos más.
Créditos/lmneuquen.com
Estamos ante un inicio de año histórico para la ciencia espacial. Luego de que la NASA haya alcanzado el cuerpo celeste más lejano -Ultima Thule- y orbitado el objeto más pequeño -el asteroide Bennu-, China logró llevar a cabo este jueves el primer alunizaje de un dispositivo espacial en la cara oculta de la Luna.
El módulo de exploración Chang’e 4, que había despegado de la Tierra el 8 de diciembre, se posó sin problemas a las 10:26 hora de Beijing. El alunizaje se llevó a cabo en el sector previsto por los especialistas: la cuenca de Aitken, en el polo sur del satélite de la Tierra, donde se encuentra el cráter Aitken, considerado el más profundo de la Luna y uno de los más grandes de la Vía Láctea. “Logramos un resultado extremadamente preciso. El alunizaje fue suave y en un lugar ideal, en el centro de la zona seleccionada”, declaró el ingeniero de la Administración Espacial Nacional de China (CNSA), Sun Zezhou, jefe de la misión.
Una de las primeras tareas de la sonda fue enviar una foto de la superficie lunar al satélite Queqiao, que orbita alrededor de la Luna. A diferencia de la cara de la Luna más cercana a la Tierra, que siempre está expuesta hacia nuestro planeta, ninguna sonda o módulo de exploración se había posado jamás en la superficie del lado contrario.
“Logramos un resultado extremadamente preciso. El alunizaje fue suave y en un lugar ideal, en el centro de la zona seleccionada por los especialistas de nuestro equipo”.Sun Zezhou. Jefe de la misión
La cara oculta es montañosa y accidentada, salpicada de cráteres, mientras que la faz visible dispone de numerosas superficies planas. Uno de los mayores desafíos es lograr comunicarse con el robot lunar. Como la cara oscura de la Luna está orientada en sentido opuesto a la Tierra, no hay una “línea de visión” directa para transmitir señales, salvo que se instale un relevo. Así, China lanzó en mayo un satélite que bautizó Queqiao, posicionado en la órbita lunar para transmitir órdenes y datos intercambiados entre la Tierra y el módulo.
El Chang’e 4 llevará a cabo estudios sobre las radiofrecuencias bajas, el cultivo de tomates en otros planetas y los recursos minerales, entre otros objetivos. El programa Chang’e (bautizado así en honor a una diosa que, según las leyendas chinas, vive en la Luna) comenzó con el lanzamiento de una primera sonda orbital en 2007, y desde entonces se llevaron al satélite de la Tierra cuatro aparatos más.
Créditos/lmneuquen.com
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