Anuncio el fin de los tiempos
Pero estudiosos de profecías, el hecho de que el eclipse haya caído en el Pacífico Sur y Sudamérica significa que es una señal de que el día del juicio final está llegando. Desde un punto de vista bíblico, un eclipse solar se entiende como una señal de Dios, una advertencia para una nación o naciones específicas dependiendo de su trayectoria. Pero hay más, ya que este eclipse solar habría sido el anuncio de una catástrofe natural inminente y también el anuncio de una inminente guerra.
El fenómeno astronómico también habría marcado el comienzo de la Tribulación, un tiempo que la Biblia describe como un período de conflicto y sufrimiento en una escala nunca experimentada en la historia de la humanidad.
El eclipse de ayer estaba conectado a una alineación astronómica que implicó a las constelaciones Virgo y Leo, junto con Mercurio, Marte, Venus y Júpiter. A parte de este detalle, el eclipse se relacionó con la profecía de Joel 2:31, la cual dice que “el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová”.
Pero hay que dejar claro que el día después del fenómeno el mundo no se sumirá en el caos y la destrucción, sino que es la primera de tres fases consecutivas. Antes de que ocurra el verdadero Apocalipsis, tres eventos sucesivos sacudirán al mundo: primero, la Gran Tribulación; segundo, inmediatamente después de la Tribulación, los signos celestiales en el sol, la luna y las estrellas; Y tercero, señales sobrenaturales en los cielos.
Entre los expertos en profecías bíblicas hay quien señala que el eclipse fue una advertencia de que debemos prepararnos para los Tres Días de Oscuridad que llegarán pronto. El aspecto más espectacular del “Acto de Dios” será el día de la oscuridad sobre toda la tierra. Los tres días han sido anunciados por los profetas Gaspar del Búfalo, Ana María Taigi, Isabel Canori Mora, Mariam Baouardy o del Padre Pío en 1950.
Créditos/extra
El mundo fue testigo de un eclipse solar total que podrías haber venido acompañado de un significado profético.
Pero estudiosos de profecías, el hecho de que el eclipse haya caído en el Pacífico Sur y Sudamérica significa que es una señal de que el día del juicio final está llegando. Desde un punto de vista bíblico, un eclipse solar se entiende como una señal de Dios, una advertencia para una nación o naciones específicas dependiendo de su trayectoria. Pero hay más, ya que este eclipse solar habría sido el anuncio de una catástrofe natural inminente y también el anuncio de una inminente guerra.
El fenómeno astronómico también habría marcado el comienzo de la Tribulación, un tiempo que la Biblia describe como un período de conflicto y sufrimiento en una escala nunca experimentada en la historia de la humanidad.
El eclipse de ayer estaba conectado a una alineación astronómica que implicó a las constelaciones Virgo y Leo, junto con Mercurio, Marte, Venus y Júpiter. A parte de este detalle, el eclipse se relacionó con la profecía de Joel 2:31, la cual dice que “el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová”.
Entre los expertos en profecías bíblicas hay quien señala que el eclipse fue una advertencia de que debemos prepararnos para los Tres Días de Oscuridad que llegarán pronto. El aspecto más espectacular del “Acto de Dios” será el día de la oscuridad sobre toda la tierra. Los tres días han sido anunciados por los profetas Gaspar del Búfalo, Ana María Taigi, Isabel Canori Mora, Mariam Baouardy o del Padre Pío en 1950.
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