Los colores de la cultura Nazca
Cuando todo se creía descubierto, el equipo de arqueólogos ítalo-peruano que trabaja en Cachuachi, Nazca, presentó un hallazgo que cambiará los conceptos artísticos de una antigua civilización costeña que no deja de sorprender al mundo.
Cuando todo se creía descubierto, el equipo de arqueólogos ítalo-peruano que trabaja en Cachuachi, Nazca, presentó un hallazgo que cambiará los conceptos artísticos de una antigua civilización costeña que no deja de sorprender al mundo.
Roberto Ochoa B.
Fue en pleno Valle del Mantaro, más precisamente en el poblado Cochas, donde presencié un largo debate relacionado con la posibilidad de "pintar de colorinches’ (sic) sus célebres mates burilados. La sugerencia provino de un empresario peruano exportador de artesanías (a sugerencia de sus compradores en Estados Unidos y Europa) pero chocó con la inflexible posición de académicos y artesanos ortodoxos preocupados en esos colores que acabarían con la fina tradición de sus mates burilados, abundante en negros, blancos y marrones. "Esas son huachaferías de los limeños", dijo uno de los presentes y dio por zanjada la discusión, no sin antes señalar que deberían conformarse con la existencia de los mates "primavera", llamados así por su colorida decoración con témperas, y que hoy en día se pueden ver en los grandes centros artesanales de Lima, Huancayo y Cusco.
Será por eso que los primeros sorprendidos con el hallazgo de finos mates pintados en Cachuachi (Nazca) serán los propios artesanos y los exportadores de artesanías.
Ni qué decir de los arqueólogos e historiadores.
30 MATES UNICOS
A diferencia de lo que ocurrió en otras tumbas de la costa peruana, la ofrenda humana hallada en Cachuachi por el equipo de arqueólogos dirigidos por el peruano Ángel Sánchez y el italiano Giuseppe Orefici, no consiste en finas piezas de oro, plata o cobre dorado, sino en treinta hermosos mates polícromos –únicos en su género– y ochenta piezas de cerámica con la clásica belleza de los artistas nazcas.
Como se sabe, el arqueólogo estadounidense Junius Bird descubrió dos mates grabados en Huaca Prieta, vecina a la ahora célebre Huaca El Brujo, en el litoral de La Libertad. Ambas piezas fueron datadas en casi 3.500 años de antigüedad. Los moches, para variar, no se quedaron atrás, y no son pocos los mates grabados que se exhiben en museos y colecciones privadas. Pero en la Lima prehispánica –desde Huaura hasta Pachacámac– también se hallaron calabazas buriladas de fina industria.
Sin embargo, las de Cahuachi no solo rompen esquemas por su colorido sino también por su antigüedad, calculada en aproximadamente 1.500 años, o sea, cuando el emperador Constantino oficializó el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano.
ENIGMAS DE LOS NAZCAS
Otro cantar es la propia ofrenda humana. Los mates y cerámicos serán toda una noticia, pero sería importante saber quién fue ese niño y el adolescente (este último decapitado), enterrados como sacrificios humanos junto a este fabuloso ajuar funerario.
Sánchez y Orefici tienen la palabra, pero imagino que los antropólogos forenses de su equipo estarán que se rompen la cabeza para descifrar este nuevo enigma de los nazcas.
En el complejo arqueológico de Cachuachi, considerado como "la ciudad de barro más grande del mundo" (superando incluso a Chan-Chan, capital de la cultura Chimú) la dupla Sánchez-Orefici y su equipo descubrieron en 1998 un depósito de doscientos textiles, muchos de ellos pintados a mano, una rareza dentro de la cultura Nazca, de la que hasta ahora solo se conocían textiles bordados.
Este último hallazgo coincidió con veinte cabezas de niños y adultos, de la misma comunidad, que fueron ofrendados a sus dioses en una ceremonia que aún falta descifrar en la complicada y enigmática cosmovisión de los nazcas.
Los mates pintados, empero, serán la justificación que faltaba para enriquecer nuestra artesanía, inspirada esta vez, en un descubrimiento tangible y real.
EL DATO
Nuevo destino. Cahuachi está ubicado a 28 km de la ciudad de Nazca, vecina a los enigmáticos geoglifos que le han brindado fama internacional a la región. El proyecto arqueológico es financiado con aportes privados y de la Cancillería italiana. Ochenta personas integran el equipo investigador.
Créditos/La Republica.
Cuando todo se creía descubierto, el equipo de arqueólogos ítalo-peruano que trabaja en Cachuachi, Nazca, presentó un hallazgo que cambiará los conceptos artísticos de una antigua civilización costeña que no deja de sorprender al mundo.
Cuando todo se creía descubierto, el equipo de arqueólogos ítalo-peruano que trabaja en Cachuachi, Nazca, presentó un hallazgo que cambiará los conceptos artísticos de una antigua civilización costeña que no deja de sorprender al mundo.
Roberto Ochoa B.
Fue en pleno Valle del Mantaro, más precisamente en el poblado Cochas, donde presencié un largo debate relacionado con la posibilidad de "pintar de colorinches’ (sic) sus célebres mates burilados. La sugerencia provino de un empresario peruano exportador de artesanías (a sugerencia de sus compradores en Estados Unidos y Europa) pero chocó con la inflexible posición de académicos y artesanos ortodoxos preocupados en esos colores que acabarían con la fina tradición de sus mates burilados, abundante en negros, blancos y marrones. "Esas son huachaferías de los limeños", dijo uno de los presentes y dio por zanjada la discusión, no sin antes señalar que deberían conformarse con la existencia de los mates "primavera", llamados así por su colorida decoración con témperas, y que hoy en día se pueden ver en los grandes centros artesanales de Lima, Huancayo y Cusco.
Será por eso que los primeros sorprendidos con el hallazgo de finos mates pintados en Cachuachi (Nazca) serán los propios artesanos y los exportadores de artesanías.
Ni qué decir de los arqueólogos e historiadores.
30 MATES UNICOS
A diferencia de lo que ocurrió en otras tumbas de la costa peruana, la ofrenda humana hallada en Cachuachi por el equipo de arqueólogos dirigidos por el peruano Ángel Sánchez y el italiano Giuseppe Orefici, no consiste en finas piezas de oro, plata o cobre dorado, sino en treinta hermosos mates polícromos –únicos en su género– y ochenta piezas de cerámica con la clásica belleza de los artistas nazcas.
Como se sabe, el arqueólogo estadounidense Junius Bird descubrió dos mates grabados en Huaca Prieta, vecina a la ahora célebre Huaca El Brujo, en el litoral de La Libertad. Ambas piezas fueron datadas en casi 3.500 años de antigüedad. Los moches, para variar, no se quedaron atrás, y no son pocos los mates grabados que se exhiben en museos y colecciones privadas. Pero en la Lima prehispánica –desde Huaura hasta Pachacámac– también se hallaron calabazas buriladas de fina industria.
Sin embargo, las de Cahuachi no solo rompen esquemas por su colorido sino también por su antigüedad, calculada en aproximadamente 1.500 años, o sea, cuando el emperador Constantino oficializó el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano.
ENIGMAS DE LOS NAZCAS
Otro cantar es la propia ofrenda humana. Los mates y cerámicos serán toda una noticia, pero sería importante saber quién fue ese niño y el adolescente (este último decapitado), enterrados como sacrificios humanos junto a este fabuloso ajuar funerario.
Sánchez y Orefici tienen la palabra, pero imagino que los antropólogos forenses de su equipo estarán que se rompen la cabeza para descifrar este nuevo enigma de los nazcas.
En el complejo arqueológico de Cachuachi, considerado como "la ciudad de barro más grande del mundo" (superando incluso a Chan-Chan, capital de la cultura Chimú) la dupla Sánchez-Orefici y su equipo descubrieron en 1998 un depósito de doscientos textiles, muchos de ellos pintados a mano, una rareza dentro de la cultura Nazca, de la que hasta ahora solo se conocían textiles bordados.
Este último hallazgo coincidió con veinte cabezas de niños y adultos, de la misma comunidad, que fueron ofrendados a sus dioses en una ceremonia que aún falta descifrar en la complicada y enigmática cosmovisión de los nazcas.
Los mates pintados, empero, serán la justificación que faltaba para enriquecer nuestra artesanía, inspirada esta vez, en un descubrimiento tangible y real.
EL DATO
Nuevo destino. Cahuachi está ubicado a 28 km de la ciudad de Nazca, vecina a los enigmáticos geoglifos que le han brindado fama internacional a la región. El proyecto arqueológico es financiado con aportes privados y de la Cancillería italiana. Ochenta personas integran el equipo investigador.
Créditos/La Republica.
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