Atento a los cálculos renales
De diez peruanos uno lo padece y es frecuente en los varones.
Se conoce como enfermedad litiásica a las piedras o cálculos que pueden ubicarse en el uréter, la vejiga o los riñones. Con respecto a este último, también llamado cálculo renal, se estima que uno de cada diez peruanos lo padece. Estos cálculos suelen ser más frecuentes en hombres y pueden presentarse desde los 20 años.
Sin embargo, existen casos pediátricos debido a malformaciones congénitas. Pero ¿cómo se producen? Todas las personas producimos arenilla que normalmente se elimina mediante la orina. Sin embargo, al compactarse esta, se produce lo que se conoce como cálculos. Estos se forman en unas estructuras del riñón llamadas cálices, y van incrementando su tamaño.
Esta piedra puede superar los cinco milímetros y cuando desciende por el uréter ocasiona su dilatación y la del riñón, causando un dolor muy intenso que –según José Antonio Arias, urólogo de la clínica San Felipe– es comparado por algunos como el de un parto. “Se percibe desde la espalda hacia los genitales y puede producir, en ocasiones, náuseas y vómitos”, agrega.
Prevención
El dolor es el único indicador de la presencia de esta enfermedad, por ello se recomienda un control anual preventivo y una ecografía abdominal a partir de los 40 años. La mejor forma de prevenir estas piedras es mantenerse hidratado. El agua y las infusiones son buenas opciones, pero se recomienda la limonada para combatirlas. Reduzca también el consumo de carnes rojas, vísceras, mariscos, chocolates, vino tinto y gaseosas.
Para eliminar estas piedras, el especialista plantea la litotripsia extracorpórea, procedimiento que emplea ondas de ultrasonido por fuera del cuerpo. Es recomendada para cálculos de menos de 10 milímetros ubicados en el riñón o en el uréter. En caso de que la piedra sea más grande, se cuenta con un tratamiento mínimamente invasivo o endoscópico.
Créditos/elperuano
De diez peruanos uno lo padece y es frecuente en los varones.
Sin embargo, existen casos pediátricos debido a malformaciones congénitas. Pero ¿cómo se producen? Todas las personas producimos arenilla que normalmente se elimina mediante la orina. Sin embargo, al compactarse esta, se produce lo que se conoce como cálculos. Estos se forman en unas estructuras del riñón llamadas cálices, y van incrementando su tamaño.
Esta piedra puede superar los cinco milímetros y cuando desciende por el uréter ocasiona su dilatación y la del riñón, causando un dolor muy intenso que –según José Antonio Arias, urólogo de la clínica San Felipe– es comparado por algunos como el de un parto. “Se percibe desde la espalda hacia los genitales y puede producir, en ocasiones, náuseas y vómitos”, agrega.
Prevención
El dolor es el único indicador de la presencia de esta enfermedad, por ello se recomienda un control anual preventivo y una ecografía abdominal a partir de los 40 años. La mejor forma de prevenir estas piedras es mantenerse hidratado. El agua y las infusiones son buenas opciones, pero se recomienda la limonada para combatirlas. Reduzca también el consumo de carnes rojas, vísceras, mariscos, chocolates, vino tinto y gaseosas.
Para eliminar estas piedras, el especialista plantea la litotripsia extracorpórea, procedimiento que emplea ondas de ultrasonido por fuera del cuerpo. Es recomendada para cálculos de menos de 10 milímetros ubicados en el riñón o en el uréter. En caso de que la piedra sea más grande, se cuenta con un tratamiento mínimamente invasivo o endoscópico.
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