La Leyenda de la Virgen de las Mercedes
Corrían los últimos tiempos de la colonia cuando un potentado de Cutervo, en su propósito de viajar a España, vendió la mansión señorial que poseía por tradición. Era una enorme casona de resistentes muros, amplios corredores y jardines, y numerosas habitaciones y con puertas y balcones de cedro y nogal. Pese a todo esto, presentaba un aspecto austero, sombrío y conventual.
El nuevo propietario, antes de ocupar la residencia, quiso transfigurarla, darle más claridad y atrayente alegría. Al efecto, encargó esta labor a un negro esclavo que luego de podar unos árboles del huerto, separar otros que daban mucha sombra, procedió a abrir puertas y ventanas donde era conveniente. El grave caserón se iba transformando. Faltaba entonces pintar las paredes, borrando las viejas decoraciones que la adornaban, consistentes casi todas en figuras humanas, La vieja Capilla de la Merced conserva en su Altea Mayor la Imagen de una Virgen a la cual la fantasía popular le atribuye un origen misterioso Cuando el trabajo iba ya en vías de terminarse el hombre se encontró frente a un hermoso y expresivo rostro de mujer pintado en el muro central y al que, de buena gana lo habría dejado ahí. Pero el amo le había ordenado no dejar rastro de la antigua pintura y el debía obedecer.
El filudo instrumento se encargo de no dejar más huellas que las raspaduras allí donde hasta hace unos minutos se advertía expresivo semblante suspendió el esclavo su labor aquella tarde y retorno a la mañana siguiente para hacer la limpieza final.
Al ingresar más tarde a aquel salón donde el día trabajara, noto con sorpresa que el humano rostro pintado admirablemente en la pared que el había desecho se encontraba de nuevo en su puesto sin huella alguna de raspadura. Vacilando un momento llego a la conclusión se había trascordado. Y lo borró de nuevo, sin concederle mayor importancia al insólito caso.
Por la noche fue a darle cuenta a su patrón que la obra que se le encomendará se encontraba terminada, haciéndose necesaria su presencia para dictar las nuevas disposiciones.
Créditos/miblogcutervoasuncion.blogspot.pe
Corrían los últimos tiempos de la colonia cuando un potentado de Cutervo, en su propósito de viajar a España, vendió la mansión señorial que poseía por tradición. Era una enorme casona de resistentes muros, amplios corredores y jardines, y numerosas habitaciones y con puertas y balcones de cedro y nogal. Pese a todo esto, presentaba un aspecto austero, sombrío y conventual.
La Leyenda de la Virgen de las Mercedes
El nuevo propietario, antes de ocupar la residencia, quiso transfigurarla, darle más claridad y atrayente alegría. Al efecto, encargó esta labor a un negro esclavo que luego de podar unos árboles del huerto, separar otros que daban mucha sombra, procedió a abrir puertas y ventanas donde era conveniente. El grave caserón se iba transformando. Faltaba entonces pintar las paredes, borrando las viejas decoraciones que la adornaban, consistentes casi todas en figuras humanas, La vieja Capilla de la Merced conserva en su Altea Mayor la Imagen de una Virgen a la cual la fantasía popular le atribuye un origen misterioso Cuando el trabajo iba ya en vías de terminarse el hombre se encontró frente a un hermoso y expresivo rostro de mujer pintado en el muro central y al que, de buena gana lo habría dejado ahí. Pero el amo le había ordenado no dejar rastro de la antigua pintura y el debía obedecer.
El filudo instrumento se encargo de no dejar más huellas que las raspaduras allí donde hasta hace unos minutos se advertía expresivo semblante suspendió el esclavo su labor aquella tarde y retorno a la mañana siguiente para hacer la limpieza final.
Al ingresar más tarde a aquel salón donde el día trabajara, noto con sorpresa que el humano rostro pintado admirablemente en la pared que el había desecho se encontraba de nuevo en su puesto sin huella alguna de raspadura. Vacilando un momento llego a la conclusión se había trascordado. Y lo borró de nuevo, sin concederle mayor importancia al insólito caso.
Por la noche fue a darle cuenta a su patrón que la obra que se le encomendará se encontraba terminada, haciéndose necesaria su presencia para dictar las nuevas disposiciones.
Créditos/miblogcutervoasuncion.blogspot.pe
No hay comentarios:
Publicar un comentario