"Ingeniería financiera"
Toledo se ha hundido solo, pues nadie -ni apristas, fujimoristas o humalistas- le mandó a hacer compras millonarias.
Toledo se ha hundido solo, pues nadie -ni apristas, fujimoristas o humalistas- le mandó a hacer compras millonarias.
¿Sheput el defensor de que? /img/panamericana.pe
El peruposibilista Juan Sheput siempre me ha parecido un personaje serio y ponderado, a diferencia de muchos de los que vemos a diario en el país, especialmente en tiempos electorales. Lo he observado bien desde que fue ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, y personalmente consideré que podría ser uno de los cuadros a tener en cuenta para el futuro de su partido y de la política en general. Es por eso que me sorprenden los argumentos que ha usado ayer para defender a Alejandro Toledo, quien ha terminado de cavar su propia tumba y parece estar arrastrando a sus leales escuderos.
Sheput ha acusado al fiscal de la Nación, José Peláez, de estar siendo manipulado por los apristas, los fujimoristas o el Gobierno para desacreditar a Toledo y borrarlo del mapa político a través de la investigación que realiza desde que se inició el escándalo de las compras -por medio de una empresa en Costa Rica- de propiedades que, como ahora sabemos, no solo están a nombre de Eva Fernenbug, sino también del expresidente que se la pasó jurando y rejurando que las viviendas de Camacho y Punta Sal fueron compradas con su trabajo.
Debe recordar Sheput, en primer lugar, que Toledo se ha hundido solo, pues nadie -ni apristas, fujimoristas o humalistas- le mandó a hacer compras millonarias por demás sospechosas y luego mentir una y otra vez, ante la prensa y el Congreso, sobre las operaciones y triangulaciones que hizo con la participación de su suegra, su exjefe de seguridad, Josef Maiman, un obrero de limpieza y demás personajes que nada tendrían que hacer en una operación transparente de adquisición que bienes inmuebles como las que usted, estimado lector, o yo, podemos haber hecho a lo largo de nuestras vidas.
Si tan claras y honestas son las cosas para Sheput, quien ahora llama "ingeniería financiera" a las movidas de Ecoteva, habría que preguntarle por qué Toledo no se ha preocupado en aclarar las cosas desde un inicio. Tengamos en cuenta que para un político en actividad lo principal es su credibilidad y la honestidad que pueda trasmitir a los ciudadanos. Para un personaje como Toledo, que soñaba con volver a Palacio de Gobierno, era vital salir de inmediato a explicar las cosas y no hacer, por ejemplo, papelones como los de contestar el teléfono y decir "no estoy".
En segundo lugar, el exministro Sheput debería recordar que Peláez fue el magistrado que, como fiscal supremo, sustentó ante el Poder Judicial, y frente al país, los delitos cometidos por Alberto Fujimori en su mandato, por los que ahora está preso en la Diroes. ¿Alguien con cierta objetividad en sus análisis podría creer que los fujimoristas van a aliarse con uno de los verdugos de su bien amado líder para perseguir a Toledo, quien además desde hace varios meses es ya un cadáver político por sus propios actos irregulares?
Que recuerde además el dirigente peruposibilista que el lapidario informe de la Unidad de Inteligencia Financiera fue elaborado por la Superintendencia de Banca y Seguros, a cargo de Daniel Schydlowsky, viejo amigo de Toledo. Además, el expresidente es socio del Gobierno, como para creer que por ahí viene la "manipulación" a Peláez. Es comprensible y hasta digno de aplauso, por la lealtad que muestra, que Sheput defienda a su líder. No obstante, debería buscar argumentos más convincentes para no terminar quemado o en la misma tumba que Toledo, pues en algún momento la chakana lo podría necesitar para hacerla resurgir de las cenizas en que hoy se encuentra.
Créditos/IvÁn Slocovich Pardo
Sheput ha acusado al fiscal de la Nación, José Peláez, de estar siendo manipulado por los apristas, los fujimoristas o el Gobierno para desacreditar a Toledo y borrarlo del mapa político a través de la investigación que realiza desde que se inició el escándalo de las compras -por medio de una empresa en Costa Rica- de propiedades que, como ahora sabemos, no solo están a nombre de Eva Fernenbug, sino también del expresidente que se la pasó jurando y rejurando que las viviendas de Camacho y Punta Sal fueron compradas con su trabajo.
Debe recordar Sheput, en primer lugar, que Toledo se ha hundido solo, pues nadie -ni apristas, fujimoristas o humalistas- le mandó a hacer compras millonarias por demás sospechosas y luego mentir una y otra vez, ante la prensa y el Congreso, sobre las operaciones y triangulaciones que hizo con la participación de su suegra, su exjefe de seguridad, Josef Maiman, un obrero de limpieza y demás personajes que nada tendrían que hacer en una operación transparente de adquisición que bienes inmuebles como las que usted, estimado lector, o yo, podemos haber hecho a lo largo de nuestras vidas.
Si tan claras y honestas son las cosas para Sheput, quien ahora llama "ingeniería financiera" a las movidas de Ecoteva, habría que preguntarle por qué Toledo no se ha preocupado en aclarar las cosas desde un inicio. Tengamos en cuenta que para un político en actividad lo principal es su credibilidad y la honestidad que pueda trasmitir a los ciudadanos. Para un personaje como Toledo, que soñaba con volver a Palacio de Gobierno, era vital salir de inmediato a explicar las cosas y no hacer, por ejemplo, papelones como los de contestar el teléfono y decir "no estoy".
En segundo lugar, el exministro Sheput debería recordar que Peláez fue el magistrado que, como fiscal supremo, sustentó ante el Poder Judicial, y frente al país, los delitos cometidos por Alberto Fujimori en su mandato, por los que ahora está preso en la Diroes. ¿Alguien con cierta objetividad en sus análisis podría creer que los fujimoristas van a aliarse con uno de los verdugos de su bien amado líder para perseguir a Toledo, quien además desde hace varios meses es ya un cadáver político por sus propios actos irregulares?
Que recuerde además el dirigente peruposibilista que el lapidario informe de la Unidad de Inteligencia Financiera fue elaborado por la Superintendencia de Banca y Seguros, a cargo de Daniel Schydlowsky, viejo amigo de Toledo. Además, el expresidente es socio del Gobierno, como para creer que por ahí viene la "manipulación" a Peláez. Es comprensible y hasta digno de aplauso, por la lealtad que muestra, que Sheput defienda a su líder. No obstante, debería buscar argumentos más convincentes para no terminar quemado o en la misma tumba que Toledo, pues en algún momento la chakana lo podría necesitar para hacerla resurgir de las cenizas en que hoy se encuentra.
Créditos/IvÁn Slocovich Pardo
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